INTRODUCCIÓN
La principal amenaza para nuestra producción de alimentos proviene de la presión ejercida por insectos, enfermedades y malezas, reduciendo tanto su rendimiento como su calidad.
En este contexto, los agricultores confían en los productos de protección de cultivos para prevenir el daño causado por estas plagas y garantizar cosechas óptimas.
Los desafíos de la agricultura son más grandes que nunca. Con una población mundial en constante aumento y un clima cambiante que desafía nuestras prácticas agrícolas tradicionales, los productores enfrentan una tarea importante: producir suficiente comida para alimentar a 9 billones de personas.
La protección de cultivos permite a los productores agrícolas adaptarse a estas nuevas condiciones y generar beneficios alrededor del mundo, incluyendo aumento en producción, menor terreno en producción y un menor riesgo de hambruna.
A nivel global hay 90 millones de personas menos en riesgo de pasar hambre y 2.3 millones de niños que sufren de malnutrición.
Gracias a la gestión responsable del uso de agroquímicos en campo, por parte del productor, se observa en la infografía el aumento en producción para cultivos en secano como maíz, trigo y arroz.
En América, pese a registrarse menor área de terreno cultivado, se espera que para el futuro la data cambie. Asimismo, gracias a los productos para la protección de cultivos se tendrá menor merma en las cosechas. Por consiguiente, en campo se observará mejores rendimientos.
Por otro lado, es de suma importancia promover las buenas prácticas agrícolas en la agricultura familiar, pues siguen siendo los principales abastecedores de la canasta básica de alimentos.
CONCLUSIÓN
El uso responsable de productos fitosanitarios puede marcar la diferencia en la lucha contra la desnutrición infantil, destacando la importancia de prácticas agrícolas sostenibles y medidas de seguridad que protejan tanto los cultivos como la salud de las generaciones futuras.
¡Súmate y se parte del cambio!
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REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
