¿COMO CONTROLAR LA MOSCA DE LA FRUTA EN TUS CULTIVOS?

INTRODUCCIÓN

‌‌La mosca de la fruta es una de las plagas agrícolas más graves a nivel mundial, especialmente en regiones productoras de frutas. Esta afecta de manera significativa los cultivos, causando pérdidas que pueden superar el 40% de la producción, según Redagrícola (2020).

Las hembras depositan sus huevos en los frutos, y las larvas que emergen de estos dañan la pulpa y las semillas, haciendo que la fruta no sea apta para consumo ni para la agroindustria. La mosca de la fruta ataca más de 200 especies frutales y es responsable de restricciones cuarentenarias en mercados internacionales, lo que afecta la exportación de productos.

En países como Perú, donde la diversidad de cultivos es amplia, el control de esta plaga es un desafío constante. Por ello, se requiere un enfoque integral que combine métodos biológicos, culturales, etológicos y químicos para reducir su impacto y asegurar la calidad de los cultivos.

Impacto y distribución de las moscas de la fruta en la agricultura peruana

La mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata), originaria del noreste de África, es una de las plagas agrícolas más perjudiciales a nivel mundial. Su impacto en la productividad de las plantas hospederas puede reducir los rendimientos entre un 10% y 75%. Además, representa un obstáculo para la exportación debido a las restricciones cuarentenarias en mercados como América del Norte y Asia Pacífico.

Su capacidad de infestación es alta, ya que ataca más de 200 especies frutales, afectando los precios y generando impactos negativos en salud pública y uso de plaguicidas ( Nolasco y Lannacone, 2008).

Por otro lado, las moscas de la fruta del género Anastrepha spp. son nativas del Neotrópico y constituyen una amenaza para la producción frutícola en América Latina, siendo consideradas plagas cuarentenarias en varios países del hemisferio norte.

En Perú, la diversidad de climas y zonas de producción hortofrutícola favorece la proliferación de estas plagas durante todo el año, debido a la presencia continua de hospederos con distintos ciclos de fructificación.

En la costa norte (Piura y Lambayeque), cultivos como mango, limón rugoso y maracuyá son los más afectados; en la costa central (Lima e Ica), cítricos, manzana, vid, palto y limón; mientras que en la costa sur (Arequipa, Moquegua y Tacna), los principales cultivos vulnerables incluyen olivo, vid, palto, peral y manzana.

Ciclo biológico de la mosca de la fruta

  1. Huevo: La mosca hembra una vez fecundada coloca sus huevos debajo de la cáscara de los frutos en grupos de 10 a 12 los cuales se desarrollarán en un perìodo de 2 a 7 días para luego, emerger como larvas.
  2. Larvas: La larva tiene forma alargada y mide 10 mm de longitud. Es de color blanco o blanco amarillento y tiene un periodo de duración de 6 a 11 días para empupar. Las larvas de moscas de la fruta se alimentan de la pulpa de la fruta causando su pudrición.
  3. Pupa: La pupa es una cápsula cilíndrica y puede durar entre 9 a 15 días si las condiciones son adecuadas (temperatura y humedad) o prolongar- se por más tiempo si estas condiciones no son las óptimas.
  4. Adulto: Los adultos de mosca de la fruta salen de la pupa en busca de agua y alimentos azucarados. Alcanzan la madurez sexual de 4 a 5 días después de emerger de la pupa. Los machos se agrupan para atraer a las hembras. Para ello, requieren árboles con sombra y hojas anchas. La hembra observa al grupo de machos y escoge a uno, con quien realizará el apareamiento y se multiplicará.
Figura 1: Ciclo de la mosca de la fruta

Daños que ocasiona la mosca de la fruta

El daño principal lo provocan las larvas, que al alimentarse de la pulpa o semillas, inutilizan la fruta tanto para el consumo como para la agroindustria.

Las hembras depositan los huevos dentro del fruto, y en algunos casos, en tallos en desarrollo o estructuras florales. La picadura generada por la oviposición facilita la entrada de microorganismos, acelerando el deterioro del fruto (Quiroga, s.f.).

Figura 2: Larvas de mosca de la fruta en el cultivo de cítricos

Estrategias de control

El control integrado de plagas combina métodos biológicos, culturales, etológicos y químicos de manera complementaria para un manejo más efectivo. Este enfoque debe aplicarse de forma integral, evitando el uso aislado de cada método ( AGROCALIDAD, 2016).

1. Control cultural

El control cultural busca reducir el crecimiento de las poblaciones de la plaga mediante prácticas agrícolas que afectan sus fases inmaduras, como larvas y pupas, minimizando así el daño en los cultivos. Algunas de las principales estrategias incluyen:

  • Recolección y destrucción de fruta: La fruta caída en los cultivos debe recolectarse en costales, baldes u otros recipientes y luego enterrarse en un hoyo de al menos 30 cm de profundidad. Para evitar la emergencia de moscas adultas, se recomienda asperjar cal o insecticida en polvo, como Malathion EC al 57%, antes de cubrirla con tierra. Alternativamente, la fruta recolectada puede utilizarse para biol o abono, siempre que se mantenga sumergida en agua o enterrada, o como alimento para animales, evitando así la propagación de la plaga.

 

  • Homogenización de campo: Para facilitar el control de la plaga, se recomienda cultivar una sola especie frutal. En caso de plantar diferentes especies o variedades, deben separarse en lotes distintos para evitar la presencia de frutos en varios estados fenológicos, lo que prolonga la permanencia de la mosca de la fruta. Además, es clave realizar poda, fertilización y otras labores agronómicas a tiempo para lograr una floración y fructificación uniforme, permitiendo una cosecha programada.
Figura 3: Recolección y destrucción de fruta

2. Control Etológico

  •  Uso de atrayentes proteicos: Dado que las hembras requieren alimentos ricos en proteínas, se pueden emplear cebos específicos para atraerlas y reducir su población.
  •  Atrayentes sexuales: Se utilizan para feromonas específicas para atraer a los machos y limitar la reproducción de la plaga.
Figura 4: Uso de atrayente alimenticio

3. Control químico

 El control químico de la mosca de la fruta se basa en el uso de cebos tóxicos, los cuales combinan insecticidas con atrayentes alimenticios para aprovechar su necesidad de alimentos ricos en proteína. La aplicación de estos cebos debe estar respaldada por un monitoreo técnico, utilizando el índice MTD obtenido mediante trampeo.

En caso de no contar con datos precisos, se recomienda verificar la presencia de la plaga mediante trampas caseras.

Figura 5:Control químico de la mosca de la fruta

CONCLUSIÓN

La mosca de la fruta es una amenaza clave para la producción frutícola en Perú, afectando rendimiento y exportaciones. El control integrado, combinando estrategias culturales, etológicas y químicas, es esencial para mitigar su impacto. Aplicar estas medidas garantiza una producción más sostenible y competitiva.

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