INTRODUCCIÓN
La agricultura moderna no solo busca altos rendimientos, sino también cumplir con estándares de calidad cada vez más exigentes: mayor duración de poscosecha, sostenibilidad ambiental y social, y sobre todo, inocuidad alimentaria.
En este último aspecto, los residuos de plaguicidas se han convertido en un punto crítico para la industria hortofrutícola, ya que determinan la aceptación o rechazo de los productos en los mercados nacionales e internacionales.
En este contexto, el período de carencia juega un papel fundamental. Este intervalo entre la última aplicación de un plaguicida y la cosecha asegura que los alimentos lleguen al consumidor con niveles de residuos por debajo de los LMR (Límites Máximos de Residuos), garantizando seguridad, competitividad y confianza en la producción agrícola.
Este artículo analiza qué es el período de carencia y por qué su cumplimiento resulta esencial para la agricultura.
¿Qué es el período de carencia?
El período de carencia es el tiempo que debe transcurrir entre la última aplicación de un plaguicida y la cosecha del cultivo. Su cumplimiento es fundamental porque garantiza que los alimentos lleguen al consumidor sin residuos tóxicos que superen los límites permitidos.
Cuando se respeta el período de carencia indicado en la etiqueta del producto y se trabaja bajo el marco de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), se asegura que los niveles de residuos presentes en los vegetales no sobrepasen los Límites Máximos de Residuos (LMR) establecidos internacionalmente.

¿Cómo se determina el período de carencia?
El período de carencia se establece a través de curvas de disipación, un método que consiste en aplicar el agroquímico en su dosis máxima recomendada y luego medir su concentración en el fruto, verdura o grano a lo largo del tiempo.
Para esta estimación se consideran tres parámetros técnicos básicos:
Depósito inicial: cantidad de residuo presente en el producto inmediatamente después de la aplicación.
Tasa de disipación: ritmo al que disminuye el residuo con el paso de los días.
Límite Máximo de Residuos (LMR): nivel permitido por la normativa para garantizar inocuidad.

Fuente: Huancahuari (2009)
¿Por qué es importante respetar el período de carencia?
Cumplir con el período de carencia es esencial porque garantiza que los residuos de plaguicidas en el alimento sean inocuos y estén dentro de los límites exigidos por los mercados internacionales. Esto protege al consumidor y asegura la competitividad de los productos agrícolas en el comercio global.
Respetarlo también significa:
Seguridad alimentaria: los consumidores reciben frutas y hortalizas sin riesgos tóxicos.
Acceso a mercados: el incumplimiento de los LMR puede llevar al rechazo de exportaciones.
Responsabilidad del productor: forma parte de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y refuerza la imagen de sostenibilidad del sector.
CONCLUSIÓN
El período de carencia permite garantizar la inocuidad de los alimentos, ya que asegura que los residuos de plaguicidas se mantengan por debajo de los límites permitidos.
Su cumplimiento no solo protege la salud del consumidor, sino que también fortalece la competitividad agrícola, abre acceso a mercados internacionales y refleja el compromiso del productor con las Buenas Prácticas Agrícolas y la sostenibilidad.
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FUENTE
Universidad de Costa Rica (s.f.) Periodo de Carencia ALCHILE.
Hernández, R., Sisinno, A., Ricardo, C., Llanes, M. N., Linares, C., & Lazo, A. (2003). Establecimiento de términos de carencia de plaguicidas en diferentes cultivos. Fitosanidad, 7(4), 27-37.
RedAgrícola (2017). Períodos de carencia: Factores que influyen en su estimación.