El fertilizante orgánico es increíblemente importante, ya que es una fuente natural de nutrientes y materia orgánica. Desafortunadamente, no hay lo suficiente.
Por lo tanto, se debe alentar a los agricultores a utilizar toda la materia orgánica que puedan y luego complementarla con fertilizantes minerales.
Por otro lado, el fertilizante mineral puede ser más preciso en dirigir los nutrientes a la planta. Se pueden producir mezclas a medida que aborden las deficiencias exactas del suelo en la región.
Ya sea de origen orgánico o mineral es importante administrar fertilizantes, de manera que se logre la nutrición adecuada de los cultivos y así mantener nuestra producción de alimentos de manera sostenible.
Debido a esto, podemos afirmar que el Manejo Integrado de la Fertilidad del Suelo (MIFS) se basa en la aplicación tanto de fertilizantes orgánicos como minerales para lograr una salud óptima del suelo.
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